Javier y sus amigos en Bamenda (Camerún)
Hola a tod@s. Quería contaros mi primera experiencia en un viaje “Trip-Drop”: Llevo varios años viajando a distintos continentes y son ya bastantes los países que voy conociendo, pero no fue hasta el verano de 2011, al viajar a Camerún, cuando a Carmen, una de mis compañeras habituales de viaje se le ocurrió que, además de viajar por placer, quería ayudar en lo posible a la gente que conociésemos allí. Creo que todos somos conscientes de que llenar la mochila de bolígrafos y caramelos no solo no aporta nada al desarrollo de las personas que los reciben, sino que incluso puede llegar a ser contraproducente. Pues en nuestro afán de ser portadores de una ayuda verdaderamente eficaz nos pusimos a investigar y buscar ideas por Internet. Fue así como dimos con la página www.trip-drop.com y pensamos que, poniéndonos en contacto con asociaciones, misiones o voluntarios que trabajan habitualmente en el destino, íbamos a acertar de lleno con el material que transportábamos y su destino y distribución final. Dicho y hecho. Nos pusimos en contacto con la Hermana Carmen y la Hermana Nieves del Hospital Saint Mary Soledad de Bamenda, en Camerún y nos dijeron lo que necesitaban en ese momento para su labor: material y ropa de hospital, medicinas, además de ropa para bebés, mamás, etc. Todo ello lo conseguimos reunir únicamente a través de nuestros amigos y familiares que, una vez les facilitamos vía email el material que se precisaba, y cada uno en la medida de sus posibilidades, lo compraron o consiguieron y nos lo entregaron. Ya solo quedaba empaquetarlo. Pudimos comprobar que lo más eficaz por peso y por precio eran las bolsas gigantes de rafia que venden en los chinos por 2 ó 3 € envueltas en plástico transparente de cocina. Para que la ropa del interior ocupe lo menos posible también nos fueron muy útiles otras bolsas de plástico que también venden en los chinos en las que, una vez has metido la ropa, les sacas el aire con el aspirador de casa, quedando la ropa “envasada al vacío”, aprovechando el espacio al máximo. Para el transporte, las compañías aéreas permiten facturar a algunos de los países africanos dos maletas de 25 kg. cada una (además del equipaje de mano) por pasajero por lo que, siendo siete (Carmen, Elia, Nuria, Floren, Juan, Isma y yo mismo) pudimos llevar un total de 350 kilos de material. Además conseguimos unos Euros que les pudimos entregar en metálico. Para el resto de nuestras vacaciones nos bastó con los 10 kilos que llevábamos en nuestras mochilas de equipaje de mano. En el aeropuerto de Yaounde nos esperaba la Hermana Nieves, que vino con una furgoneta para poder transportar todo hasta el hospital de Bamenda, donde pasamos nuestros primeros días en Camerún conociendo “in situ” su labor, algo por lo que estaremos eternamente agradecidos y que no olvidaremos. Estas mujeres están hechas “de otra pasta”, es increíble lo que les aprecia la gente y lo imprescindible que se hace su labor allí y lo necesario de cualquier ayuda que les podamos proporcionar. Una experiencia que volveremos a repetir en próximos años y que esperamos anime a otros viajer@s a iniciarse en las vacaciones “Trip-Drop”. Bueno, finalmente y gracias a vuestra ayuda entregamos: . 1000 € en efectivo (mucho recaudado a amigos) . Más de 300 kilos de ayuda en: – medicinas – material diverso para hospitales – ropa – calzado – juguetes – material escolar
Javier Rodríguez García
St Mary Soledad Catholic Health Centre, Bamenda